Terminando la peregrinación

Ayer cerca de las once de la noche acabé de leer el libro de Gabo, en resumidas palabras no sé si el escritor logró convencerme de que las obras compuestas por una serie de cuentos no son tan malas, pero sí logró que leyera el libro sin quedarme dormida más de dos veces. Me gustaron algunos cuentos como  “Espantos de agosto”, “María dos Prazeres” y en menor proporción, mucho menos que los otros dos, “La luz es como el agua”, ahora pensándolo  bien me gustó más el título que el contenido.

En mi primera entrada dije que “Solo vine a hablar por teléfono” seguramente sería mi cuento favorito, pero tras leerlo solo me quedó un sabor a rabia e impotencia, no me gustó, me dio miedo. María de una manera insospechada fue a parar a un sanatorio de mujeres, y estoy segura que todos allí estaban locos, pero en mayor medida el médico y las guardianas del lugar, pasó tanto tiempo ahí la pobre, intentó escapar y dormía temerosa a causa de las propuestas asquerosas que le hacía la guardiana. Lo peor fue cuando pudo contactarse con su esposo, pero el idiota en vez de escuchar el mensaje cortó. Tendría sus razones para hacerlo, sin embargo, lo más bien que pudo ir a verla cuando una de las guardianas del sanatorio le fue a avisar que su esposa todo ese tiempo se había encontrado en ese lugar de locos, y pienso que fue hasta ese sitio para no sentirse tan estúpido de sus celos. Lo que más rabia me dio fue que el señor egocéntrico, que solo pensaba en él y sus funciones, la falta que le hacía María para ejecutar tal truco, preocupándose solo de las tres presentaciones que se verían relativamente arruinadas por culpa de su esposa, ese mismo hombrecillo, le hizo más caso al médico de un sanatorio que apenas había visto en su vida en vez de que creerle a su mujer. Pobre María, con razón reaccionó como lo cuenta la historia, pero también me da coraje con ella, tenía tanto tiempo para planear una salida del sanatorio y lo único que hacía era intentar huidas espontáneas que ella sabía que eran inútiles, ¿por qué no buscó la manera de armarse de un pedazo de vidrio roto, y en la noche mientras el sueño se apoderaba de las guardianas en su vigilia a ver llamado a aquella que le proponía cosas repugnantes y atacarla con cristal en mano? Sospecho que el médico era el mismo muchacho que le proporcionó fuego a María una vez, y creo que se obsesionó con ella y por eso la buscó hasta llevarla al sanatorio. Ideas que se me ocurren.

Otra historia que no me gustó, sobre todo por su final fue “El rastro de tu sangre en la nieve”, con la frase clave de la historia sentí que el corazón me daba un salto de impresión, me sentí triste, incluso creo que me dieron ganas de llorar, pero nunca dejo que el llanto me invada, en nada, y cuando eso ocurre me siento tonta, vulnerable y débil, tal vez reprimo demasiado las lágrimas y luego por cualquier cosa que me frustre me baja el llanto como Magdalena, es muy desagradable. Pero bueno sigo con mi opinión, creo que es un final bastante sorpresivo comparado con los demás cuentos, tal vez por eso García Márquez decidió colocarlo al final de todos, y además el aire de París le daba un toque nostálgico.

En cuanto a “Espantos de agosto”, un relato corto pero con una buena clausura, lo suficientemente sorprendente para decir: “¡Cielos! Que buen final”, pero que quede claro solo es un buen final.

Noi, del único que me acuerdo de manera reiterada, sobre todo porque era un perrito que podía llorar, y porque su dueña estaba dejando todo listo para cuando se muriera, ya que había soñado con la muerte, pero en realidad su destino le depararía algo muy diferente. Me dio pena saber que se había resignado a morir sin ni siquiera estar enferma, y la verdad a los cincuenta años una persona no es vieja, a mi parecer, la persona es capaz de hacer sus cosas a la perfección y nunca, aun teniendo cien años se podría considerar como un estorbo.

Estoy más que segura que ni Gabito logró torcerle la mano a mi impresión sobre los libros como este, pero la verdad es el mejor, con esta estructura, que he leído. Será mejor resignarme a estos maravillosos libros que más de alguna vez me confunden cruelmente, pero en esta ocasión no es el caso, ya que aun cuando se repetían los nombre de algunos personajes para mi suerte llevaban al lado un apellido o un apodo.

Les recomendaría, sobre todo a las personas que no les gusta esta clase de libros, que aun así lo lean, tal vez esta sea la obra que los ayude a no odiarlos tanto, y a quienes les encanten estas aventuras cortas y concentradas, con más razón deben sentarse a leer la obra. Es hora dejar de escribir, pues ya opiné demasiado, y luego mi pobre profesora trasnocha.

Y ahora me espera un libro que he querido leer desde el año pasado: “1984”.

Este es un video acerca de "Espantos de agosto", a ver si se animan a leer los doce cuentos de García Márquez: https://www.youtube.com/watch?v=6VQYPcBSwQ8