Si valoras lo que tienes encontrarás la felicidad

"Alquimia: Doctrina que estudia la complejidad del todo, buscando lo mejor de cada elemento, abarca todas las áreas existentes de estudio". Esa es una definición simple que he podido rescatar acerca de la alquimia, y que me servirá para explicar el tema de esta entrada. 

Este es un libro que a mi parecer es de contenidos muy profundos y que no cometió el error de aburrirme durante su lectura, cosa que "Siddartha" y "Demian" hicieron con cada palabra, fastidiarme, en cuanto a contenido y narración. Sus metáforas van más allá de descifrar lo que se intenta manifestar en la historia, son palabras que puedes interpretar para cualquier situación de la vida y que de seguro más de alguna te servirá, bueno, si lograste glosar correctamente cada una de ellas, o si no, solo serán palabras sueltas en las páginas de un libro. Lo bueno de "El alquimista" es que su manera de contar la historia es fácil de entender, por ende, avanzas a pasos agigantados en la lectura y te va quedando una sensación agradable de lo que leíste, ya que, si bien su protagonista, Santiago, comete errores durante su viaje al encuentro de su "Leyenda personal", él aprende de esas "malas pasadas" y va percatándose de cosas que muchas veces pasaron por su lado o que estuvieron ahí, pero no se dio cuenta de la importancia que estas tenían para él hasta que no las tuvo a su alcance. Es precisamente de esto, del valor que le damos a las cosas, de este tema tan nombrado por nuestros padres (cuando nos dicen: "valora lo que tienes"), es de aquello que escribiré en la última entrada de este libro maravilloso.

Aun por todas las enseñanzas que esta obra me dejó, la que se quedó en mi subconsciente fue el "valora lo que tienes", si nos damos cuenta son las cosas de carácter más negativo las que siempre recordamos y por las que nos quejamos, sería una mentirosa si no dijera que me quejo por algunas cosas, ya que todo ser humano, por su psicología y naturaleza tiende a recordar las cosas malas que ha pasado y que está viviendo, la ambición también se encuentra en la naturaleza de cada individuo, pero no se valla a confundir ambición con desconformidad, pues las ambiciones son las que nos hacen levantarnos cada día con el fin de cumplirlas, son en otras palabras nuestros objetivos a alcanzar, y es bueno tenerlos, o si no, no haríamos nada en la vida. La cuestión es que muchas personas se quejan todo el tiempo, creen que todo lo malo les sucede a ellos y que nadie en el mundo se encuentra con una congoja mayor, nadie los entiende, no los quieres ni toman en cuenta, su vida, en otras palabras, es un asco. También están los egocéntricos que creen ser lo máximo y descalifican a los demás, no los valoran para nada porque creen que son un fenómeno de la naturaleza que vino en contraste con su grandeza y superioridad... es triste en realidad que hayan personas con ese pensamiento, porque al menos a mi, me dan a entender que son unos pobres diablos que tienen un montón de carencias y que por ese motivo se encargan de boicotear la vida de los demás, para que ellos no se den cuenta de lo miserables que son.

Muchos de estos personajes, que no valoran lo que sucede en su entorno, nunca alcanzan la felicidad, porque siempre estarán desconformes con todo, aquí vuelve a aparecer el concepto de ambición, ya que no me refiero a que nos quedemos estancados diciendo que todo está perfecto como está, pero si debemos valorar lo que tenemos, lo que nos ha costado conseguir en la vida y lo que nos han regalado, porque no solo a ti te costó adquirir algo, también la otra persona que te obsequió o te facilito un elemento cualquiera, a ella le costó lo mismo o más obtener aquello, y creo que estoy en lo correcto al decir que cuesta más dar que recibir.

Santiago no se había dado cuenta de cuanto valoraba a sus ovejas, y solo se percató de esto cuando se encontraba muy lejos de los campos de Andalucía, de sus ovinas, de Tarifa, de todo lo que había convivido con él durante tanto tiempo y que él había tomado como algo cualquiera.

Y ahora utilizaré mi concepto sobre la alquimia para darles un consejo, se que a mis dieciséis años no conozco casi nada de la vida y que el camino que me falta por recorrer aun es largo, sin embargo, osaré de dármelas de consejera, y el consejo es el siguiente: Intenta utilizar la alquimia en cada cosa, rescata lo bueno de cada elemento que compone tu día a día, valora todo lo que tienes, valora lo de los demás y a los demás, contempla como el pasto baila al son del viento y como esa briza húmeda penetra en tus pulmones, porque algún día extrañaras todos esos pequeños y grandes detalles que pasaste por alto, que no valoraste, que extrañas, y tal vez nunca volverán. Pero ten presente siempre que si valoraste las cosas que pasaron por tu vida... habrás sido feliz.

Ojalá este libro te deje más de una enseñanza.

"Todos los atardeceres se parecen, pero si los observas bien, te darás cuenta que ninguno es igual al otro, por eso valora cada detalle de la vida".
Valery Ulloa.


1 comentario:

  1. Te leía y hasta se te podía escuchar, redactando estas palabras. Me agrado leerte, gracias!

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