Estoy a la
mitad del primer capítulo de “La casa de los espíritus” y este libro ya ha
captado completamente mi atención principalmente por los poderes que la pequeña Clara posee.
"Barrabás", el perrito que pertenecía al tío Marcos y que Clara salvó de aquella jaula que venía junto al féretro de su pariente más querido, se convierte de un pequeño cachorrito a una bestia de gran tamaño, caracterizándose, aun por su imponente imagen, en un animal manso y muy aferrado a la niña. Este can junto a Clara del Valle me hicieron recordar los innumerables momentos que pasé junto a mi primera mascota y todas las aventuras que vivimos los dos durante mi infancia, esta parte del libro despertó una fracción de mi pasado que sería bueno recordar de manera más reiterada.
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ResponderEliminarEs lindo que los libros nos hagan recordar momentos de nuestro pasado. Me gustan las veces en que Clara deja de hablar por pura voluntad propia, se "amurra" y ya está, a veces dan ganas de hacer eso.
ResponderEliminarEs un buen comienzo Valery, ¡vas muy bien!