viernes, 23 de agosto de 2013

¿Amor incondicional o condicional?

Anteriormente, en mi segunda entrada, hablé en el último de sus párrafos acerca de la relación que tenían los padres con sus hijos, principalmente de aquellos que tenían un vacío espiritual. “Sin querer queriendo”, el siguiente capítulo trataba este tema y creo que es importante detenerme en esta relación que el autor ha catalogado como tan “estrecha”.

Según Fromm, el amor de la madre y el padre son totalmente diferentes y necesitan  complementarse en la crianza de los hijos para que estos alcancen la etapa de madurez. La mamá por naturaleza nos proporcionaría un amor incondicional, siempre estaría con nosotros y nos amaría tal cual somos, y nunca desaparecería ese  sentimiento, aun por las cosas más malas que pudiéramos hacer… Erich lo escribió así en su ensayo:

“No hay ningún delito, ningún crimen, que pueda privarte de mi amor, de mi deseo de que vivas y seas feliz.”

Por otro lado tenemos el amor del padre, el llamado “amor condicional”, eso suena un poco a leyes judiciales y castigos impuestos por la ley, como la libertad condicional, bueno sigo con la idea… nuestro ensayista caracteriza al amor de nuestro progenitor como un valor con restricciones y reglas para así ganar el respeto y cariño de este, condiciones como: seguir sus mismos pasos, tener los mismos ideales, actuar como él, todo tipo de cosa que al papá le parezca, Erich nos da a entender que es una persona que tiene su amor paterno en un pedestal y que su hijo debe realizar una serie de actividades y hazañas para alcanzar el trofeo… en otras palabras:

“Obraste mal, no puedes dejar de aceptar las consecuencias de tu mala acción y, especialmente, debes cambiar si quieres que te aprecie.”

Tal vez es por ese motivo que al primer problema o angustia pensamos en la madre, ya que es con ella, con quien hemos tenido una relación más estrecha desde el momento de nacer y la que nos coloca menos restricciones para alcanzar su cariño. Sin embargo, tengo unas cuantas dudas respecto al planteamiento de este amigo de mente brillante, es el momento de hacerle la vida difícil con unos cuantos contraargumentos, porque creo que se ha olvidado de una partecita que en la actualidad se vive de manera más frecuente…

Si bien el amor de la madre es incondicional y el del padre es condicional… ¿Qué ocurre cuando hoy en día vemos que las madres abandonan a sus hijos y los dejan con su padre? ¿Quién en realidad posee un amor incondicional o condicional? Creo que Fromm se olvidó de esa realidad. Es verdad, en algunos casos es la madre quien se hace cargo de su bebé y que el padre desaparezca como arte de magia, especialmente en la adolescencia… pero también está esa parte menos conocida en donde la madre se va y deja a su hijo con el procreador… ¿Es acaso eso un amor incondicional por parte de la madre? Yo digo abiertamente que no, pienso que el amor incondicional pertenece a quien cría, el padre que cría, aun por todas las cosas desquiciadas que hagan sus hijos los sigue amando. Sí, es un buen actor, hace creer que el cariño hacia ellos ha desaparecido pero se muerde la lengua por decirles abiertamente que los ama, darles un abrazo y protegerlos con la vida. La madre que está presente en la crianza posee un amor incondicional, da la vida por sus hijos y los ama por sobre todas las cosas. Ambos poseen un amor incondicional, porque ambos han criado y formado a ese individuo. Y el amor condicional, bueno ese pertenece a aquellos que crían a medias, los que “dicen” estar criando o simplemente aquellos que no crían.

Erich no puede generalizar en este tipo de amor, no puede proporcionar funciones del amor respecto al género, eso realmente huele a estereotipo, uno manifiesta más que el otro, pero no quiere decir que el amor incondicional no esté presente.



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