Los amoríos de Blanca y Pedro Tercero trajeron al mundo a una niña llamada Alba, quien casi toda su vida pensó que era hija de Satigny, el hombre a quien Esteba había "obligado" tomar a su hija como esposa, llendose a vivir con ella al norte, pero asuntos que Blanca nunca había albergado en su inocencia sobre algunas cosas del mundo la impulsaron a abandonar a su esposo. Alba nació en la casa de sus abuelos, en la capital, donde se había esperado unos días para llegar a ese lugar y salir a enfrentar la vida. En ese tiempo Amanda, la ex novia de Nicolás, y la dueña de los sueños de Jaime, junto a su hermanito Miguel se encontraban viviendo en la casa a causa de un aborto que había decidido ejecutar con ayuda de Jaime.
La niña Alba era la única que hacía parecer a Esteban distinto, lleno de ternura desviando su furia a un lugar invisible de su alma, para llenarla de cariño y afecto por su nietecita. Siete años después Clara moriría dejando todos sus cuadernos de anotar la vida ordenados según acontecimientos, tras la pérdida Trueba se daría cuenta que Clara había sido la mujer a la que él más había amado.
Pasarían los años y Alba conocería el amor, Miguel, el mismo niño que una vez la vio nacer por el hecho de estar escondido en el armario de "la gran casa de la esquina" y que Alba realmente no tenía noción de su existencia, cautivaría su corazón. Pero los problemas se acentuarían en poco tiempo, aun más por la ideología del joven que se identificaba con el socialismo e intentaba luchar por las causas que el consideraba justas en medio de una dictadura militar, la que se produciría luego de presenciar el bombardeo al palacio de la moneda en donde el presidente del partido de izquierda, moriría, al igual que Jaime y muchos otros que se encontraban en el lugar, siendo obligados a salir antes del ataque aéreo, para más tardes ser torturados hasta encontrar un destino fatal. Por otro lado Nicolás hace años se había ido a estados unidos en donde montó un "templo" de meditación que lo convertiría en un hombre rico, ajeno de los desastres que se vivían en el país que lo vio nacer.
Alba sería acusada de ayudar y dar asilo a los requeridos políticos, ayudándolos a cruzar la frontera, tal como lo hizo con Pedro Tercero, ayudada por su abuelo, quien había sido auxiliado alguna vez por el amante de su hija a quien le había cortado tres dedos, y dando su completo consentimiento a Blanca para que se fuera con el hombre que había amado desde su niñez. De tras de esta acusación, que era completamente verdadera, Esteban García, el nieto no reconocido de Trueba, que en ciertas ocasiones había acosado a Alba, estaba intentando vengarse de la familia a la cual él había ansiado pertenecer, pues no era justo que teniendo el linaje de los Trueba en su sangre, su destino hubiera sido nacer pobre.
No les contaré el final de esta historia, la cual relató la vida de muchas generaciones de mujeres, que se vieron ligadas a muchos hombres, pero solo a uno en común, y al cual todas llegaron a amar en un instante de su existir. Solo les daré una pista.... Tránsito Soto, la que un día lejano trabajaba a su corta edad en el "Farolito Rojo" como prostituta y a quien Esteban tenía gran aprecio, será "la llave que abra mil puertas".
Tal ves Esteban era así por diversas cosas, su furia y sus deseos de amar y ser amado, pero nunca con el grado que él esperaba... pero como dice una de las estrofas de la canción "Volver a los diecisiete" de Violeta Parra:
(...)El amor es torbellino
de pureza original,hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño
lo vuelve puro y sincero(...)
A mi me sirvió esta estrofa de la canción de la artista chilena para comprender de alguna manera a Esteban, y creo que es la forma más sencilla de explicarlo. Me hubiese gustado que todas las viles acciones que Esteban realizó en un pasado nunca se hubiesen efectuado, pues en un momento de la historia tanto él como yo estábamos con el alma en un hilo prediciendo si ocurriría o no lo que su hermana le maldijo una vez... pero eso ya no me corresponde narrarlo a mi, si no a los narradores de la historia.
Creo que esta canción expresa verdaderamente lo que las personas sentían ante la tensión de la dictadura, el miedo de volver o no a sus hogares y ver una vez más la salida del sol en la mañana entrando tenuemente por sus ventanas ante una atmósfera gris de opresión.