domingo, 24 de marzo de 2013

Una serie de sucesos


Pasaron al rededor de dos años desde que Blanca había nacido, durante ese tiempo "Las tres Marías" estaban siendo administradas por Pedro Segundo García, y Férula vivía con Esteban y Clara, encargándose de la casa y su sobrina, y llegando a querer rápidamente a la esposa de su hermano. Llegó un día en que Trueba tenía que viajar a la ascienda y llevó con él a su familia, pero a diferencia de las dos maletas que Esteban llevaba cada vez que se dirigía a ese lugar, las mujeres llevaron baúles llenos de cosas, lo que molestó al señor Trueba.

Al llegar a "Las tres Marías" la pequeña Blanca encontró con quien jugar, era un niño que se encontraba desnudo, con una barriga pronunciada a causa de los parásitos que tenía dentro de ella, aparentaba la misma edad de la niña y se llamaba Pedro Tercero García, hijo de Pedro Segundo. La pequeña hija del patrón se había perdido y todos la buscaban con sus antorchas por la noche, revisaron todos los lugares que más pudieron, pero no lograron dar con ella, hasta que Clara se percató que su hija se encontraba durmiendo debajo de la mesa con su nuevo amigo, desnuda y sucia ya que había estado jugando todo el día con él.

La familia se quedó más tiempo del esperado en la casa patronal, lo que a Férula no le agradó mucho, la pobre mujer sufrió una serie de crisis nerviosas, pero en el pensamiento machista de Esteban todo eso se concluía como problemas de la menopausia. Una de las crisis más grandes fue cuando se hizo una fiesta en honor a  Esteban en la casa del fundo,se invitó a mucha gente entre ellos al alcalde del lugar, Férula fue al baño y se dispuso a hacer  sus necesidades cuando alguien abrió la puerta, era el alcalde quien ante la incómoda escena tuvo la ocurrencia de avanzar hacia la mujer ,aun sentada en la taza del baño, y extender su mano para saludarla, esta parte me dio mucha riza y aun cuando me acuerdo me sale una pequeña carcajada, creo que si alguien me viera riendo por nada pensaría que estoy "chalada" pero estoy tranquila porque se de lo que me río, pero en fin. 

Clara volvió a quedar embarazada, su vientre se notaba más abultado que la vez anterior, la hermana de Trueba se disgustó al saber que su cuñada volvería a dar a luz y le echaba la culpa a Esteban de que eso sucediera. La mujer, que ya estaba a poco tiempo de poner fin a su gravidez, junto a  familia volvieron a la capital, a " la gran casa de la esquina", ahí anunció a Esteban y al doctor Cuevas que serían dos niños los que nacerían, y que llevarían por nombre Nicolás y Jaime, el que ninguno de sus dos varones se llamara "Esteban" molestó al futuro padre, además algunos acontecimientos anteriores había causado fastidio en este hombre hace mucho tiempo y puso como excusa el pequeño tema para mostrar su furia, la cual no fue tomada en cuenta por la mujer, los dos niños llevarían esos nombres porque o si no el cuaderno donde Clara escribía los hechos importantes de su vida se prestaría para confusiones.

El progreso del embarazo y sus molestias hizo que Clara optara por no hablar por un tiempo, lo que fue tomado por Esteban como un sucedo que su esposa realizaba para contrarrestar un poco la incomodidad del embarazo.
A pocos días de dar a luz Nívea y Severo del Valle murieron en un accidente automovilístico en donde la madre de Clara fue decapitada, y aun por la ardua búsqueda de la cabeza de la señora del Valle nadie la pudo encontrar. Clara ya había soñado con la muerte de  sus padres, mucho antes de  que Esteban pidiera a todos los sirvientes de la casa que no le mencionaran lo ocurrido ya que podría hacerle mal a ella y a los bebés, pero los primeros días Clara insistía en que debía buscar la cabeza de su madre y cuando Férula ya no pudo seguir fingiendo lo ocurrido la acompañó. Clara volvería a su casa con la cabeza de su madre, la cual vería, desde la cómoda, como nacerían sus dos nietos varones.

Un día llegarían a visitar a Clara "la clarividente" las hermanas Mora, tres mujeres que también poseían facultades psíquicas, la mismas  que junto a la dueña de casa se reunirían todos los viernes, más adelante con más personas con esas capacidades, para fortalecer sus habilidades y aprender cosas nuevas. Esteban no se opondría a esto, pero con la condición de que sus hijos varones no se familiarizaran con ese tipo de arte, Blanca podría ir a las reuniones y presenciar las habilidades de cada individuo, ya que el padre de familia consideraba que ese tipo de cosas haría tener a su hija un cierto misterio, el mismo que le facilitaría, según Trueba, poner a su hija en vitrina de casamiento. La "gran expectativa" que tenía Esteban sobre su hija lo motivaría a omitir los estudios a Blanca, ya que la mujer no necesitaba aprender más que las labores domésticas y ser un accesorio del hombre... eso es lo más ridículo que he escuchado durante toda mi vida, no se como las mujeres de ese tiempo aguantaban tantas humillaciones y algunas, como las mujeres que trabajaban en "Las tres Marías", le celebraban a sus esposos cada golpe que les propinaban.

Los celos de Esteban aumentaban cada día, su mujer se hacía más ausente de manera mental y Férula intentaba que los esposos nunca pudieran estar solos, llegó a odiar a sus propios hijos porque le absorbían tiempo a su esposa y echó de la casa a su hermana diciéndole que ella le metía a Clara ideas en la cabeza y que por ese motivo estaba tan ausente. La Nana, que desde la muerte de sus antiguos patrones había ido a servir a la casa de Clara, se llevaba muy mal con la hermana de Trueba y deseaba que se fuera , pero hasta ella sintió pena por la mujer que no tenía a donde ir.

Cada verano la familia de Esteban y Clara visitaban "Las tres Marías" en donde Blanca y Pedro Tercero se volvían a ver, ese año la niña tenía diez años, los dos salían a las praderas y se contaban todo lo que habían guardado desde el verano pasado, sus emociones, sentimientos y hechos. Los dos niños iban a visitar a Pedro García, el abuelo de Pedro Tercero, a quien le contaban historias y cuentos que ellos seleccionaban de libros, los mismos que con ayuda de Blanca Pedro Tercero había logrado leer, el anciano por su parte le enseñaba muchas cosas que se relacionaban con la naturaleza, cosas que solo él conocía, como por ejemplo el hacerse inmune a las picaduras de vichos, también les contaba cuentos, uno de ellos fue el del zorro y las gallinas, en done el zorro cada noche iba al gallinero a robar huevos y pollitos, pero las gallinas cansadas de ese abuso se unieron y una noche se lanzaron juntas hacia el zorro el cual quedó medio muerto por la serie de picotazos que las gallinas le propinaron, Blanca se rió y dijo que eso era imposible ya que el zorro era astuto y las gallinas bobas, pero Pedro Tercero no se burló del cuento, se quedó pensativo toda la tarde, de ahí en adelante surgiría en él un nuevo pensamiento, que muchos campesinos nunca se hubiesen atrevido pensar.

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