jueves, 21 de marzo de 2013

Vidente de su propio destino


Luego de la muerte de Rosa, a causa de muchos acontecimientos que dejaron impactada a la pequeña Clara, la asustada niña se negó a hablar. Pasaron alrededor de nueve años antes que sus labios volvieran a pronunciar el sonido de su voz, un poco desafinada a causa del largo período que no la utilizó. Era su cumpleaños número diecinueve, durante su infancia y adolescencia la había pasado entre espíritus, visiones y predicciones, y sin lugar a dudas con su querido Barrabás. Para su madre fue una constante preocupación que las "señoritas" de la alta alcurnia no invitaran a su hija menor a las fiestas y reuniones tan codiciadas de la sociedad, pero a Clara parecía no importarle ese tipo de cosas tan superficiales. La Nana pasó años asustándola para ver si el impacto la hacía desprender cualquier sonido coherente, pero nunca ocurrió eso, la niña se desquitaba escribiendo "sartaladas" de insultos que dejaban a la pobre mujer con el ánimo "por el suelo", y al mismo tiempo, Clara del Valle, se hacía cada vez más resistente al miedo.

Con la primera palabra articulada desde casi una década se armó una "bataola" en toda la casa, pero nadie escuchó el contenido que la joven había divulgado, "Me caso", era la información de fondo que fue asimilada después de unos días cuando Esteban Trueba apareció por la casa de la familia del Valle preguntando a Nívea y Severo si tenían a una hija disponible para el matrimonio. Clara ya sabía que ese episodio ocurriría y aun por su cabello desordenado y su ropa un poco sucia, ya que estaba ayudando al jardinero, atendió al hombre de treinta y cinco años quien luego de una larga visita le dijo que quería casarse con ella y que por ese motivo se encontraba ahí. Clara, quien ya sabía que ese era su destino aceptó al hombre de inmediato. Pasó un tiempo y los dos individuos anunciaron que estaban comprometidos, aun por las advertencias y señales de los espíritus que rondaban la casa y se escondían en las cortinas, la joven no los vió a causa del gran ruido que contenía la habitación, momentos después Clara notaría la ausencia de Barrabás quien se arrastraría hasta el lugar donde se encontraba su dueña y amiga para dar el consentimiento a su alma para que se desprendiera de él mientras se llevaba la imagen de su idolatrada niña.

Llegó el día de la boda, y al tiempo Clara quedó embarazada, Esteban había encontrado la felicidad que  le había sido arrebatada y meses después nacería una niña con el nombre de Blanca.

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